El bloqueo aéreo de Trump: una nueva agresión imperialista contra Venezuela
Una vez más, el imperialismo estadounidense muestra su rostro más agresivo contra los pueblos latinoamericanos. La administración de Donald Trump ha logrado prácticamente aislar a Venezuela del mundo mediante un bloqueo aéreo encubierto, forzando la retirada masiva de aerolíneas internacionales bajo el pretexto de "combatir el narcotráfico".
La estrategia del miedo: cómo Washington manipula a las aerolíneas
Sin una prohibición formal, Trump utilizó su plataforma en redes sociales para declarar que "el espacio aéreo sobre y alrededor de Venezuela está cerrado en su totalidad". Esta declaración unilateral, respaldada por la presencia del portaaviones más grande del mundo en el Caribe junto a una flota de buques de guerra, generó una estampida de las compañías aéreas.
La Autoridad Federal de Aviación (FAA) estadounidense emitió un aviso instando a "extremar la precaución" por el supuesto "aumento de actividad militar". Pero, ¿quién es realmente el que está militarizando la región? Estados Unidos desplegó miles de tropas, aviones caza y una flota naval completa en aguas caribeñas.
Las víctimas del chantaje imperial
Una tras otra, las aerolíneas extranjeras cedieron ante la presión estadounidense. Copa Airlines de Panamá y su filial Wingo, Boliviana de Aviación y la estatal colombiana Satena suspendieron sus operaciones. El aeropuerto internacional de Maiquetía, que sirve a Caracas, quedó prácticamente desierto con apenas cuatro salidas y tres llegadas diarias.
Como explica Oscar Palma, experto en seguridad de la Universidad del Rosario: "La negación del espacio aéreo contra un enemigo pasa por la capacidad, disponibilidad y voluntad de derribar cualquier aeronave". El mensaje es claro: quien desafíe a Washington, se arriesga a las consecuencias.
La hipocresía del "combate al narcotráfico"
Mientras Trump justifica esta agresión como parte de la lucha contra las drogas, los hechos revelan otra realidad. Desde septiembre, Estados Unidos ha bombardeado una veintena de embarcaciones, dejando 83 muertos. ¿Es esta la "guerra contra las drogas" o una operación militar encubierta?
La contradicción es evidente: el mismo "espacio aéreo cerrado" permite el paso de aviones estadounidenses con migrantes deportados. El miércoles llegó uno y otro está previsto para el viernes. La soberanía venezolana, al parecer, solo se respeta cuando conviene a los intereses imperiales.
Resistencia y dignidad nacional
El presidente Nicolás Maduro ha denunciado que el verdadero objetivo de estas maniobras no es combatir el narcotráfico, sino derrocar al gobierno legítimo de Venezuela. Su gobierno respondió con firmeza, revocando los permisos de operación a las aerolíneas que se "sumaron a las acciones de terrorismo de Estado".
Esta no es la primera vez que Venezuela enfrenta el aislamiento económico. En 2013, muchas aerolíneas cerraron operaciones por deudas estatales que llegaron a 3.800 millones de dólares, en el marco de una crisis económica profundizada por las sanciones occidentales.
La solidaridad de los pueblos hermanos
A pesar del cerco imperial, la terminal doméstica de Maiquetía mantiene normalidad con centenares de pasajeros y unos 80 vuelos diarios. Las conexiones con Cuba, que históricamente ha resistido el bloqueo estadounidense, se mantienen como símbolo de la solidaridad latinoamericana.
El aislamiento de Venezuela es un ataque a toda América Latina. Hoy es Caracas, mañana podría ser cualquier capital que se atreva a desafiar los designios de Washington. La defensa de la soberanía venezolana es la defensa de la dignidad de todos nuestros pueblos.